Viaje a Jordania 2022

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Jordania, un desierto interminable, pasajes bíblicos, ruinas romanas, ciudades perdidas, palacios omeyas, fortalezas  cruzadas, ferrocarriles olvidados y escenarios de rodajes modernos como Amman, Petra y el desierto de Wadi Rum. Rodeado por dos mares muy singulares. Al oeste, el Mar Muerto, el punto más bajo de la tierra. Al sur, el Mar Rojo.

Por todo ello del 5 al 13 de noviembre pasado, un grupo de 27 asociados/as y amigos /as de AEPT hemos disfrutado de un estupendo recorrido siguiendo los pasos del arqueólogo y militar inglés Thomas Edward Lawrence, conocido como “Lawrence de Arabia”. Su papel con las tribus beduinas del desierto arábigo fue crucial para el éxito de la Revuelta Árabe contra los otomanos durante la Primera Guerra Mundial. 

El día 5 comenzó lo que serían unos días de experiencias en tierras nabateas, salimos desde Madrid con destino Amman, un vuelo tranquilo y cómodo, una vez en Amman y después de los trámites de pasaportes nos encontramos con el guía para posteriormente trasladarnos en no más de media hora al Corp Amman Hotel en la capital jordana donde pasaríamos la tres primeras noches.

El día 6 por la mañana nos dirigimos a Jerash,  antigua ciudad de Decápolis y ubicada al Norte de Amman, es una de las mejores ruinas romanas de Oriente Próximo. Fue con los romanos cuando alcanzó su pleno esplendor.

El Arco de Adriano es una estructura romana, una puerta de 11 metros de altura de triple arco erigida para honrar la visita del Emperador Romano Adriano a la ciudad.​ La Plaza Oval se conserva en perfecto estado y está rodeada por una acera y una columnata jónica del siglo I a.C. En el Cardo encontraremos el Macellum: un mercado cubierto de forma octogonal donde se dedicaban al comercio.

A través del Decumano Sur encontramos la Catedral, una iglesia bizantina de tres naves construida sobre el antiguo Templo de Dionisio, siguiendo por el Cardo Maximus, el Nymphaeum o Ninfeo, dedicado a las Ninfas, Diosas de la Naturaleza.  Al final de esta avenida, la Puerta Norte, abriendo su único arco para recibir a los que llegaban desde el norte.

Cerca de la cuidad disfrutamos de nuestra primera experiencia gastronómica en este país, descubrimos que en el corazón de la cultura jordana está la comida y la cocina es en mayor parte, vegetariana, con muchos frijoles, legumbres y verduras, así como buenas carnes y sus famosos dulces.

Más tarde regresamos a Amman para visitar su ciudadela, construida estratégicamente en una colina desde la que se divisa toda la ciudad, ruinas y antigüedades se han excavado aquí y se exponen en el Museo Arqueológico de Jordania situado en la misma colina y que pudimos visitar.

Las excavaciones han descubierto restos de la Edad de Piedra, época romana y musulmana. Visitamos el Palacio Omeya Al Qasr, una basílica bizantina y el Templo de Hércules.

 

Desde la ciudadela divisamos debajo de esta el magnífico teatro romano, un vestigio espectacular de la antigua ciudad romana, con capacidad para seis mil personas, y que actualmente se utiliza para algunos espectáculos.

De regreso al hotel observamos que las calles de Amman están llenas de mercados exóticos, con aromas intensos, no olvidemos que la historia de Amman se remonta más de cinco mil años atrás, siendo una de las ciudades más antiguas del mundo.

El día 7 nos dirigimos hacia los Castillos del Desierto, haciendo un recorrido por los territorios donde los árabes construyeron los castillos como fortalezas y lugares estratégicos de defensa. 

El primeo de ellos fue el de El Qasr Kharana. Los omeyas lo construyeron en forma de cubo en medio del desierto en el siglo VII. No cumple con requisito de un castillo ya que tiene sus torres demasiado bajas y se encuentra lejos de las rutas comerciales, pero viendo sus dependencias no queda duda que su función era la de un caravasar. Pudimos subir a la segunda planta y recorrer sus dependencias con sus techos abovedados y sus paredes llenas de escrituras y dibujos.

 

Posteriormente el más célebre de los castillos del desierto, Qusayr ʽAmra​, construido a principios de siglo VIII, en algún momento entre 723 y 743 por Walid Ibn Yazid, el futuro califa omeya Walid II, en la época de expansión de la dominación islámica en esta región

Es el resto de un complejo más grande que incluía un verdadero castillo, su función era la de retiro real, sin función militar. Los frescos de los techos interiores con escenas de gobernantes, caza, mujeres desnudas y sobre una habitación de baño una representación del zodiaco.

Por último, el castillo de Qasr Azraq, estratégicamente construido cerca de un oasis cercano. El asentamiento era conocido en la antigüedad como Basie y los romanos fueron los primeros en hacer un uso militar, más tarde se construyó una mezquita en el medio. Se utilizó el basalto extraído localmente y hace que el castillo sea más oscuro que los demás de la zona. Las puertas del castillo son de piedra y se pueden mover con bastante facilidad gracias al aceite de palma.

Más tarde sería utilizado por los ejércitos otomanos durante la hegemonía de ese imperio sobre la región. Durante la Revuelta Árabe, TE Lawrence organizó sus operaciones militares desde aquí en 1917/18, una experiencia sobre la que escribió en su libro Seven Pillars of Wisdom

Regresamos a Amman y sin dilación disfrutamos en la capital de otra experiencia gastronómica de este país.

Ya por la tarde algunos decidieron trasladarse al centro de la ciudad y disfrutar de sus mercados para posteriormente cenar en el hotel.

 

El día 8 salimos hacia Madaba para visitar la Iglesia Ortodoxa de San Jorge, donde en su suelo se encuentra el primer mapa-mosaico de Palestina, es la representación cartográfica más antigua de Jerusalén y Tierra Santa que se conserva hasta hoy y data del S. VI de nuestra era. Su trazo se realizó por medio de dos millones de teselas para ubicar los sitios bíblicos.

Continuamos hacia el Monte Nebo, este lugar es importante porque fue el último lugar visitado por Moisés y desde donde el profeta divisó la tierra prometida. Se cree que es el lugar donde Moisés vivió el resto de sus días. Desde una terraza frente a la iglesia, se puede ver un monumento de bronce de una serpiente en una cruz que simboliza la serpiente levantada por Moisés en el desierto, así como la crucifixión de Jesucristo.
 

El Monte Nebo ofrece una vista fantástica del Mar Muerto, Cisjordania, Jericó, el río Jordán y en un día claro Belén y Jerusalén. Según las creencias cristianas e islámicas, Moisés fue enterrado en algún lugar de la montaña.

 

Después del Almuerzo visitamos un taller de mosaicos y más tarde salimos en dirección al Mar Muerto, este es famoso por su elevada salinidad que impide la vida en sus aguas y favorece que los objetos floten en ellas, se menciona en varios pasajes de la Biblia.

 

Se trata de un lago rodeado de tierra sin salida grande o significativa hacia el mar u otro cuerpo de agua. Se ubica entre las fronteras de Jordania, Israel y Cisjordania, a más de 400 metros por debajo del nivel del mar. Desde esta perspectiva, el mar Muerto es el punto más bajo de la Tierra.

 

Llegamos al al Crowne Plaza Jordán Dead Sea Resort & Spa, an IHG Hotel y después de asignarnos las habitaciones nos dirigimos hacia la playa con la gran sorpresa que debido al viento había doble bandera roja lo que nos obligó a disfrutar de las aguas y los barros desde la orilla, no obstante, también tuvimos la tarde libre en el resort para disfrutar del baño en sus piscinas y su buen buffet de la cena.

El día 9 salimos hacia una serie de cañones moldeados por las lluvias en el altiplano que fluye al mar muerto, paramos en el Wadi Mujib donde pudimos observar la entrada de este.

Más tarde nos dirigimos a Kerak, la antigua fortaleza de la época de las cruzadas. Está a 900 metros sobre el nivel del mar y se asienta dentro de los muros de la antigua ciudad.

La fortaleza es de 220 m de largo, 125 m de ancho en el extremo norte y 40 m de ancho en el extremo sur, visitamos este y también sus subterráneos e interiores. Kerak pasó múltiples veces de manos al tratarse de un lugar estratégico en las rutas comerciales hacia el Mar Rojo.

Después del almuerzo continuamos por el camino de los reyes hasta llegar a la pequeña Petra.  Hay mucha especulación sobre qué era la pequeña Petra, pero entre las teorías más acertadas parece que esta ciudad del siglo I a.C. haya sido una parada o suburbio de Petra. Por su posición geográfica esta era una especie de entrada y salida a las rutas comerciales, también se piensa que era un lugar de control de las caravanas del acceso a Petra y las posibles intenciones de algunos comerciantes. Es por eso que muchas de las instalaciones parecen tener espacios para el ingreso a la ciudad.

A lo largo de la Pequeña Petra encontramos varios beytel, estos son representaciones de dioses. También podrás observar varios bloques Dios, que son pequeñas hornacinas donde colocaban a sus ídolos para ser venerados.

Continuamos hacia Petra y llegamos al hotel El Petra Castle Hotel, después de la cena y fuera de carta hicimos la visita a Petra de noche, una experiencia nocturna que comienza desde el centro de visitantes y dura aproximadamente 2 horas.

El paseo por Al-Siq se hace en completo silencio iluminado por cientos de velas a cada lado. Al llegar al Tesoro se escucha música tradicional jordana interpretada por beduinos locales rodeado de velas y contemplamos lo que queda de los paisajes naturales, rocas y montañas con un cielo iluminado por las estrellas. 

El día 10 es el día grande, la visita de Petra, está ubicada en medio de las montañas. Fundada en la antigüedad, hacia el S.VII a.C. por lo edomitas, fue ocupada en el S.VI a.C. por los nabateos, sus principales creadores y los que la hicieron prosperar gracias a sus rutas comerciales y rutas de caravanas. Los romanos en el 63 y 64 a.C. conquistaron Petra y la anexionaron. Bizantinos y Constantinopla dominaron, pero no influenciaron excesivamente la ciudad, hasta que poco a poco fue abandonada

Después de caminar por el estrecho cañón, el Siq, (que hicimos por la noche el día anterior) en medio de grandes desfiladeros entre las montañas, erosionadas por el agua, viento y los años, como si éstas se hubiesen abierto para llevar a Jean Lous Burckhardt hacia este gran descubrimiento.

Durante la visita, conocimos los monumentos esculpidos en la roca, el primero el Tesoro, una de las más impresionantes bellezas creadas por el hombre. Todo tallado en la misma roca.

Continuamos por la Calle de las Fachadas con más de 50 tumbas y casas nabateas con remates escalonados. Al final de la calle se encuentra el Teatro Nabateo, tallado hace más de 2.000 años. La Tumba de Urna es posiblemente la más espectacular junto con la Tumba de Palacio, imitación de un palacio greco-romano cuyas columnas del nivel superior son su elemento más destacable.

Después de la comida un último esfuerzo, 800 escalones nos llevaron al llamado Monasterio. Construido en el S.III a.C. el Monasterio tiene ese nombre porque se utilizó como tal durante la época bizantina

El día 11 noviembre salimos desde Petra hacia el desierto de Wadi Rum, este desierto es uno de los lugares del planeta que deja sin palabras.  En su recorrido visitamos una estación de tren abandonada, una vía muy estrecha que durante el Imperio Otomano se usaba para desplazar materiales y tropas a su paso por este desierto. Destruida por Lawrence of Arabia como parte de su estrategia para hacerse con buena parte del mundo árabe dominado por los turcos.

Una vez en el centro de visitantes disfrutamos del más grande y magnífico de los paisajes desérticos de Jordania, también se le conoce como el "Valle de la luna".

Después de la comida y la asignación de jaimas en el campamento Sun City Camp exploramos el desierto en todoterreno (algunos de estos en mejor estado que otros), vimos lugares de rodaje de películas, cañones donde se encuentran antiguas inscripciones, dibujos tallados en las rocas, y escalones nabateos que conducen a lugares más altos.

También el Pozo de Lawrence y un asombroso puente de roca, mires donde mires, impresionantes vistas panorámicas y una sensación de profunda tranquilidad que se prolongó mientras observábamos el anochecer.

Ya en la cena disfrutamos de una comida llamada Mansaf realizada esta vez en horno bajo tierra, es sin duda el plato más tradicional de la cultura jordana, hasta el punto de que se ha llegado a considerar el plato nacional del país. Se trata de un plato de origen beduino por lo que también podremos encontrarlo en muchos de sus países vecinos. Su principal ingrediente es el cordero o pollo, que se sirve sobre una base de arroz aromatizado con cúrcuma y aliñado con un yogurt seco denominado jameed.

El día 12 algunos madrugadores disfrutaron de un paseo a camello donde pudieron observar el amanecer en el desierto.

Alguno, más osado, pudo disfrutar desde las alturas de este paisaje digno de Marte, en globo.

Después del desayuno y recoger las maletas salimos hacia la ciudad de Aqaba situada en el punto más septentrional del brazo oriental del Mar Rojo. Visitamos su Castillo que originalmente fue una fortaleza de las cruzadas y posteriormente reconstruido en el siglo XVI por un sultán local. Allí se libró una de las batallas más importantes de la revolución árabe de Lawrence de Arabia. En 1916 el fuerte estaba ocupado por fuerzas turcas que fueron derrotados por el movimiento árabe revolucionario.

Más tarde observamos el exterior de la Mezquita Shariff Hussein Ali, fácilmente distinguible desde la zona cercana a la playa gracias a su minarete, que iluminan por la noche. Fue construida a principios del siglo XX.

Aqaba tiene una historia fascinante con algunos sitios destacados, compras y gente amable, llegada la hora de comer nos dirigimos al restaurante Suzana (muy buena elección).

Posteriormente pusimos rumbo al Grand Tala Bay Resort Aqaba donde pasaríamos la tarde libre, hicimos maletas y pasamos nuestra última noche. La playa del hotel a orillas del Mar Rojo es el lugar perfecto para la salud y actividades de

El 13 noviembre nos levantamos temprano, muy temprano y nos trasladamos al aeropuerto de Aqaba para volver a Madrid con escala en Amman.

Agradecer a Aurelio Gey, responsable de las Actividades Sociales de la AEPT, por la elaboración del programa del viaje y las continuas y permanentes atenciones.