Viaje AEPT a la Gran Ruta de la Seda 2024
Uzbekistán un destino fascinante en la Ruta de la Seda, conocido por su rica historia y cultura, fue un importante punto de tránsito para caravanas de camellos que transportaban seda desde China hasta Europa, atractivos como ciudadelas del desierto, fortalezas de adobe, madrazas, mezquitas y minaretes decorados con mosaicos y bulliciosos bazares.
Del 6 al 16 de octubre, un grupo de 24 miembros y amigos de AEPT realizó un recorrido inspirado en la historia de Ruy González de Clavijo, un emisario que viajó 7.000 km en el siglo XV para reunirse con el Gran Tamerlán.
La aventura comenzó el 6 de octubre con un vuelo desde Madrid a Samarkanda, haciendo escala en Estambul. A la llegada, ya de madrugada, el grupo fue recibido por nuestro guía Arthem (Arturo para nosotros) que nos acompañara durante todo nuestro viaje, posteriormente nos trasladamos al Hotel Kohinur Plaza.
El 7 de octubre, tras un breve descanso, se inició la visita a Samarcanda, conocida como la cuna del gran Tamerlán. Un punto estratégico durante más de dos mil años, Samarcanda se convirtió en la capital del imperio de Tamerlán y de la dinastía timúrida.
Nuestra primera visita es el Mausoleo Guri Emir, que alberga la tumba de Tamerlán, destacado ejemplo de la arquitectura medieval oriental. Este complejo incluye un khanqah y la madrasa de Muhammad Sultán.
Ponemos rumbo a la Plaza Registán, considerada una joya arquitectónica, se encuentra en el corazón de Samarcanda y está rodeada por tres madrasas: Ulugbek, Sherdor y Tilla-Kori. Cada una de estas madrasas presenta una decoración única y ha sido un centro de actividad social y comercial a lo largo de los siglos. La madrasa Ulugbek, construida en el siglo XV, fue ordenada por el famoso matemático y astrónomo Ulugbek. La madrasa Sherdor, erigida en el siglo XVII, se caracteriza por su simbolismo de tigres, mientras que la Tilla-Kori, también del siglo XVII, completó el complejo de la plaza.
El hambre aprieta y nos dirigimos a un restaurante particular donde iniciamos nuestra experiencia con la gastronomía uzbeka, extremadamente buena, reconocida por su variedad y la riqueza de sus sabores.
Posteriormente visitamos la Mezquita Bibi-Khanum, con sus impresionantes domos azules. Su construcción, que duró cinco años, fue realizada por cientos de artesanos y se considera un símbolo de la grandeza de la época de Tamerlán.
Nuestra experiencia cultural se complementó con espectáculo imprevisto de luces y sonido en la Plaza Registán, que resaltó la historia de la región a través de proyecciones sobre la fachada de la madrasa Tilla-Kori. La jornada culminó con una cena en el restaurante local Samarcand, donde se degustó el shashlik, un plato tradicional uzbeko.
El día 8 de octubre lo iniciamos con la visita al Observatorio de Ulugbek, incluye un gran cuadrante y un reloj de sol, fue fundamental para la astronomía, permitiendo la fijación de coordenadas estelares. A continuación, es el turno del Museo Afrasiab que revela hallazgos arqueológicos significativos, incluyendo pinturas de los siglos VII-VIII que representan escenas de caza y celebraciones.
Más tarde visitamos el complejo arquitectónico Shakhi-Zinda, que alberga una serie de tumbas, está vinculado a la figura de Kus-Ibn Abbas, primo del profeta Mahoma. Este lugar, que comenzó a desarrollarse hace nueve siglos, es un importante sitio religioso y cultural, con leyendas que rodean la vida y muerte de Kusam Ibn Abb.
Antes de comer disfrutamos del Bazar Siab, conocido por su vibrante atmósfera y su historia. Se extiende por cinco hectáreas y ofrece una variedad de productos agrícolas y artesanales.
Comemos en el restarurante Zargaron famoso por sus maginificas vistas y por ofrecer como plato típico el plov o pilaf tan delicioso que ha sido incluido en la lista de la UNESCO de Herencia Cultural Intangible de la Humanidad, un plato a base carne, arroz, vegetales y especias.
Ya por lo tarde nos dirigimos al Complejo Turístico Silk Road Samarkand, inaugurado en 2022, se extiende por 280 hectáreas, ofreciendo una experiencia multidisciplinar de vanguardia. Realizamos un paseo en barco por su canal que divide el complejo en secciones norte y sur, proporcionando un atractivo visual y un alivio del calor del clima uzbeko.
Por la noche cenamos en el Siruis, el restaurante del East Star Hotel, con una amplia gama de platos de la cocina tradicional uzbeka con toque internacional. Después de la cena y fuera de carta nuestro guia nos sorprende con una visita nocturna al Mausoleo Guri Emir y al Complejo arquitectónico Shakhi-Zinda antes de regresar al hotel.
El día 9 de octubre nos trasladamos a la estación para subir en el tren rápido de fabricación española llamado Afrosiyob para poner rumbo a Bukhara, un viaje fluido y sin estrés, que recorre la popular ruta en poco más de dos horas. Una vez en Bukhara descubrimos que es una ciudad emblemática de la Gran Ruta de Seda, conocida por su rica historia y su nombre que se traduce como "Lugar de Fortuna".
El Complejo Lyabi-Hauz es un punto central de la vida pública en Bukhara, famoso por su estanque y su microclima único. Este lugar ha sido un refugio para los ciudadanos desde tiempos antiguos, donde se celebraban festividades y se realizaban actividades comerciales.
Cerca se encuentra la Mezquita Magoki-Attori, situada en el corazón de la ciudad, es un ejemplo fascinante de la arquitectura urbana y un sitio lleno de historia. Su impresionante decoración arquitectónica, que incluye tallas de alabastro y mayólica vidriada.
La comida la realizamos en el Old Bukhara con una buena degustación de platos tradicionales.
Sin descanso visitamos el Taller-museo de marionetas de Bukhara es el único lugar en Uzbekistán donde se puede explorar la historia y la tradición del arte de las marionetas. Tras un breve descanso en el hotel Wyndham Bukhara realizamos una visita nocturna a la plaza donde entre otros monumentos se encuentra la Madraza Miri-Arab.
Una vez terminada la visita nos dirigimos al restaurante Kukeldash Garden para la cena, este que cuenta con un amplio jardín y sirven muy buena comida uzbeka local.
El día 10 de octubre lo dedicamos a la visita de la ciudad. Comenzamos por el Mausoleo de Ismail Samani construido en el siglo IX en Bukhara como una cripta familiar. A pesar de ser ilegal en ese momento, su diseño sencillo y equilibrado con una cúpula semiesférica y fachadas iguales,
Seguimos hacia el pozo Chashma Ayub, también conocido como el "pozo de Job", es un lugar sagrado en Asia Central que se dice fue creado por el profeta bíblico Job. Según la leyenda, Job golpeó el suelo con su bastón y creó un pozo de agua cristalina para ayudar a la gente que sufría por la escasez de agua en el desierto.
Después de la visita a un mercado local vemos el complejo Bolo-Khauz es el único monumento que se ha preservado en la Plaza Registán de Bukhara. Construido en 1712, su parte más antigua es la laguna Bolo-Khauz, que solía abastecer de agua a la gente. La mezquita cuenta con un techo de madera decorado.
Ponemos rumbo a la Fortaleza de Ark, antiguo símbolo del poder de estado en Bukhara. Se cree que fue construida hace dos mil años y fue la residencia principal del emir de Bukhara durante siglos. A pesar de su apariencia imponente, la fortaleza fue destruida en varias ocasiones.
Divisamos el minarete Kalyan, con una altura de 48 metros, un impresionante ejemplo de ingeniería civil y arquitectura. Está decorado con ladrillos cocidos y un friso con inscripciones cubierto de esmalte azul.
Justo al lado La madraza Miri-Arab, construida en el siglo XVI, es uno de los edificios más destacados de Bukhara, es un centro espiritual de la ciudad. Está decorada con dos grandes domos azules y se utilizaba como establecimiento educativo religioso.
Enfrete la mezquita Kalyan, construida en el siglo XV, su diseño tradicional incluye un patio rectangular con una sala maksura en el lado oeste, grandes ayvanes y galerías abovedadas. La decoración es escasa, compuesta principalmente por azulejos vidriados y ladrillos.
Después de comer visitamos las cúpulas comerciales que datan de la época de la dinastía Shaybanides en el siglo XVI. Estas cúpulas, son un testimonio del crecimiento de la ciudad en la Gran Ruta de la Seda. La cúpula comercial Toki-Zargaron es la más grande y septentrional de Bukhara junto a la cúpula comercial Telpak Furushon y la cúpula Toki-Sarrofon.
No dejamos de ver la madraza Abdullazizkhan, construida en el siglo XVII, destaca por su lujosa decoración y sus mezquitas de invierno y verano y la madraza Ulugbek que fue un importante centro de estudios donde se enseñaban diversas disciplinas a estudiantes durante muchos años.
Cenamos en el restaurante Joy con comida variada y sabrosa, música en vivo y todo muy bien ambientado.
El día 11 de octubre lo dedicamos a visitas de las afueras de la ciudad. Comenzamos con el Complejo Conmemorativo de Khoja Bakhouddin Naqshbandi, un lugar de gran importancia para los musulmanes, ya que alberga la tumba del fundador de la Orden Sufí Naqshbandia. El complejo incluye un khanqah, un minarete, una madraza y una necrópolis donde descansan, además de Naqshbandi, su madre y su maestro.
A continuación, nos deslazamos a el Palacio Sitorai Mokhi-Khosa, construido entre 1912 y 1918 por el último emir de Bukhara, es un ejemplo de la fusión de estilos arquitectónicos oriental y occidental.
Más tarde se visita la necrópolis de Chor-Bakr, es un monumento arquitectónico del siglo XVI, aunque sus tumbas más antiguas datan de hace mil años. Conocida como la "ciudad de los muertos", alberga las tumbas de la familia Djuybar, descendientes del profeta Muhammad, y fue ampliada por Abdullakhan II en honor a su maestro.
Por último, no podía faltar la famosa madraza Chor-Minor, construida en 1807, es notable por sus cuatro minaretes decorados de manera única, que simbolizan diversas tradiciones religiosas. Este edificio, bien conservado, es un testimonio de la riqueza cultural y arquitectónica de Bukhara, reflejando la historia y la espiritualidad de la región.
Nuestra comida es hoy en el restaurante Palmira, platos con sabor oriental, calidad del servicio europeo y un diseño peculiar.
Después de recargar energías en el hotel, nos dirigimos al restaurante Doston House para participar en un fascinante masterclass sobre la elaboración del delicioso plato Pilaf.
El día 12 de octubre toca el traslado por carretera hacia la ciudad de Khiva con una parada intermedia para un almuerzo en el que no faltaron ensaladas y las típicas brochetas.
El alojamiento se realiza en el Farovon Khiva Hotel, nuestro guia nos explica la próxima inauguración de un complejo turístico multidisciplinar en las afueras de Khiva, que ofrecerá diversas opciones gastronómicas y de relajación.
La jornada concluye con una cena en la terraza del restaurante MIRZABOSHI con unas magnificas vistas de la ciudad de Khiva.
El día 13 de octubre lo dedicamos por completo a la ciudad de Khiva. Comenzando por el Itchan-Kala, situado en el Casco Antiguo de Khiva, es un museo al aire libre que alberga a 300 familias dedicadas a la artesanía, rodeado por una muralla de arcilla con cuatro puertas que conectan diferentes rutas.
Comprobamos la grandiosidad del Minarete Kalta-Minor que es un símbolo icónico de Khiva, famoso por su diseño único y su gran tamaño, aunque nunca se completó. Su construcción se interrumpió tras la muerte de Muhammad Amin Khan en 1885, y su base ancha fue diseñada para mayor durabilidad. Este minarete, decorado con azulejos vidriados, sigue siendo un importante atractivo turístico.
Muy cerca la madraza Muhammad Rahim-khan, construida en 1876, marcó un avance en la educación en Khiva al combinar enseñanzas religiosas y seculares. Este edificio de dos pisos cuenta con un patio central y una biblioteca.
Vemos la ciudadela Kunya-Ark, construida entre 1686 y 1688, sirvió como residencia de los kanes de Khiva y albergaba diversas instalaciones, como un harem y mezquitas. El complejo Islam Khoja, de principios del siglo XX, incluye un minarete que se ha convertido en un símbolo de la ciudad, destacando por su diseño arquitectónico que combina ladrillos y cerámica decorativa. El mausoleo de Makhmud Pakhlavan, con su cúpula azul.
Nos sorprende la Mezquita Juma, ubicada en el centro de Ichan-kala, fue construida a finales del siglo XVIII sobre una estructura anterior. se encuentra frente a un minarete de 52 metros de altura. El interior, con un techo plano sostenido por 215 pilares de madera, presenta aperturas que permiten la entrada de luz y ventilación.
Después de nuestra comida en el Yasavul Boshi Restaurant no dejamos de visitar el Palacio Tash-Khovli, edificado en la primera mitad del siglo XIX, cuenta con 163 habitaciones y tres patios, incluyendo un harén y una sala de audiencia.
Por último y antes de la cena visítanos La Madrasa de Allakuli-Khan, construida entre 1834 y 1835, es una de las instituciones educativas más importantes de Khiva. Su arquitectura combina tradicionalismo y elegancia, con una decoración austera pero refinada.
Nuestra cena del último día en Khiva es en un fabuloso restaurante con terraza, donde después de una maravillosa puesta de sol en la terraza de este disfrutamos de sus especialidades.
El día 14 de octubre por la mañana salimos hacia Nukus, de camino visitamos las antiguas fortalezas de Ayaz-Kala, situadas en la región de Corasmia. Estas estructuras, construidas entre los siglos IV a.C. y VII d.C., sirvieron como defensa contra tribus nómadas y son notables por su tamaño y complejidad arquitectónica. El almuerzo lo realizamos en una yurta, un elemento central de la cultura kirguisa que simboliza la familia y el universo. Construidas con materiales como fieltro y lana, son portátiles y adaptables a diferentes climas y siguen siendo un símbolo.
A continuación, visitamos la antigua ciudad de Toprak-Kala, descubierta en 1938, es un importante monumento arquitectónico de Khorezm. Con una población de aproximadamente 3000 personas, la ciudad contaba con fuertes muros y un palacio del gobernante.
Ya en la ciudad de Nakus visitamos el Museo Savitsky que alberga una colección única de arte, destacándose por su vasta colección de obras de la vanguardia rusa. Este fue fundado por Igor Savitsky.
Cenamos pronto, antes del traslado al aeropuerto de Nukus para tomar el vuelo hacía Tashkent y una vez en nuestro destino nos desplazamos al hotel Inspira-S Tashkent, que es el elegido para nuestra estancia en la capital.
El día 15 de octubre lo dedicamos por competo a Tashkent, una metrópolis que combina una rica historia con una arquitectura diversa que abarca estilos medievales, soviéticos y modernos. Con una población de aproximadamente 2,5 millones de habitantes, la ciudad se caracteriza por sus amplias avenidas, áreas verdes y una notable mezcla de influencias culturales.
Empezamos por el complejo Khast-Imam, un importante centro religioso en Tashkent, que alberga monumentos arquitectónicos significativos, como la madraza de Brak-Khan y la mezquita Tillia Sheikh, conocida por su biblioteca que contiene el famoso Corán de Califa Uthman, un manuscrito antiguo que ha sido parte de la historia islámica durante siglos, cerca la mezquita Hazrat Imam, construida en 2007, destaca por su arquitectura que evoca el estilo del siglo XVI.
Dedicamos un tiempo al El Bazar Chorsu, un mercado tradicional, es el corazón de la vida pública en Tashkent, donde se pueden encontrar productos frescos y disfrutar de la gastronomía local. Este bazar, que ha existido por más de un siglo, mantiene su arquitectura tradicional con grandes domos que protegen a los visitantes del clima. Comemos en el restaurante Sim Sim con sus variadas ensaladas y sus carnes con verduras.
A continuación, realizamos un paseo por la Plaza de la Independencia que es otro punto central de la ciudad, donde se celebran eventos importantes y se erigen monumentos que simbolizan la historia y la cultura uzbeka. Originalmente conocida como Plaza de Lenin, fue renombrada tras la independencia de Uzbekistán en 1991
Llegó el momento de la cena de despedida en el restaurante Paladar, un lugar donde la cultura uzbeka cobra vida a través de sus vibrantes danzas folclóricas, que son un hermoso reflejo de la diversidad regional y la profunda espiritualidad de esta nación. Después de disfrutar de los exquisitos aperitivos, nos deleitamos con un suculento asado que cautivó nuestros sentidos y celebró la gastronomía de Uzbekistán.
Una vez que llegamos nuestro Hotel fuimos recibidos efusivamente por seguidores de la selección nacional de fútbol, conocida como "Oq boʻrilar", que nos confundieron con el autobús de la selección, así que decidimos sumarnos a la fiesta y dejar que la celebración nos envolviera.
El 16 de octubre marca el inicio de nuestro regreso, y a la hora señalada nos dirigimos al aeropuerto. Allí, abordamos un vuelo que nos llevará hasta Estambul, donde haremos una conexión rumbo a Madrid. En nuestro recuerdo quedarán grabadas las vivencias exóticas e inolvidables que nos ofreció Uzbequistán.
Antes de concluir, no puedo dejar de expresar mi agradecimiento a Aurelio Gey, responsable de las Actividades Sociales de la AEPT, por la magnífica organización del viaje. También quiero reconocer la dedicación constante de nuestro guía, Arthem, quien se aseguró de que cada detalle fluyera a la perfección. Las atenciones de ambos hicieron de esta experiencia algo verdaderamente memorable.
Texto de: Álvaro Fabra Canga-Arguelles
Fotos: Integrantes del grupo