Escapada a Trujillo y Jornada Campera en la Finca El Cubo
Crónica de un viajero.
De buena mañana, partimos hacia tierras extremeñas, a bordo de un formidable autocar de “Confort Bus”. A la llegada a la Finca “El Cubo”, fuimos recibidos por su fundador y propietario, Blas Gómez, quién para comenzar la jornada, nos ofreció una “migas extremeñas”, vino de la Ribera del Duero, y café de “puchero”. Dignas de mención son las opiniones de los asistentes que alabaron las riquísimas “migas”, un vino extraordinario y el café de puchero, para muchos uno de los más ricos que habían tomado nunca. Blas, el jefe y dueño de la ganadería lo achacó a que el agua era de un pozo cercano de su propiedad, con un agua inmejorable.
Una vez saciado el hambre y la sed, comenzó la aventura en el “Torotour”, un remolque, tirado por un tractor, debidamente acondicionado para enseñarnos los variados cercados de que disponía la finca, donde se clasifican todas las reses, desde antes de nacer, los sementales con las vacas, las vacas recién paridas con sus becerros o terneros. Se les separan a los 18 meses en cercados independientes y así sucesivamente hasta que seleccionan los animales para cría, los que destinados a carne y las reses que irán para corridas. Blas, durante todo el recorrido, fue dando explicación de cada cercado, de los cuidados sanitarios y alimenticios a que son sometidos los animales desde su nacimiento hasta que son llevados a las plazas o al matadero. En todo momento dio muestras de su gran profesionalidad, pasión y cariño a los animales.
Mediodia, ya tocaba reponer fuerzas en el comedor del mismo complejo, que tenía anexo una pequeña plaza de toros, cubierta con sus chiqueros, en la que pudimos hacernos unas fotos (pero sin toro). En el exterior tuvimos una degustación de chorizo de vacuno y aceite de oliva con pan de leña. A continuación pasamos al acogedor comedor con el siguiente menú:
1.- “Despojo de Plaza o Paseíllo” con sopa de Mayoral (elaboración especial con huevo de “gallinas felices”, jamón ibérico y picatostes).
2.- En el “Tercio de Muleta” degustación de Estofado de Carrileras Ibéricas selectas acompañadas de su correspondiente “cuadrilla” de patatas y bañadas con una salsa única al estilo de la Ganadera.
3.- Y para terminar “la faena y rematar con una buena estocada” Delicias a la “Suerte Suprema” con Torrijas de Mª José con helado de vainilla con caramelo.
Todo fueron alabanzas a la cocinera, Madre de Blas, que fue aplaudida y dio la vuelta al “ruedo”. Si el primer plato fue muy bueno, el segundo fue de estrella Michelin. Y, para acabar, la torrija y el helado levantaron pasiones.
A continuación nuestro flamante autocar nos llevó a Trujillo, al Hotel Izan, bonito hotel que fue antiguo Convento de San Antonio del s. XVI. Tuvimos tiempo libre hasta el día siguiente a las 10:00 horas para hacer la visita guiada a la ciudad. Aprovechamos para dar un paseo, tomar unos refrescos y ver Trujillo de noche.
Como previsto, Juan Pedro, nuestro guía local, nos acompañó a la plaza Mayor de Trujillo para, desde allí, llevarnos a lo alto, al Castillo, desde donde observar una magnifica panorámica de toda la ciudad. Desde ahí fuimos descendiendo, deteniéndonos en los numerosos palacetes e iglesias que íbamos encontrando a nuestro paso, hasta acabar de nuevo en la Plaza Mayor. Fue una deliciosa visita asistidos por un excelente guía.
A las 14:00 horas, final gastronomica en el Mesón “La Troya”, donde nos sirvieron una abundantísima comida, típica de la región.
Y regreso a Madrid, disfrutando del excelencia ambiente creado en el grupo y haciendo planes para repetir estas escapadas, donde el divertimento está asegurado.