Turismo y gentrificación, una visión global. Informe The Ostelea
- Gentrificación y turismo están relacionados al considerar el espacio como un bien de consumo
- También lo están el mercado de la vivienda y el turismo porque aparecen nuevos consumidores interesados en los contextos locales urbanos
- Las decisiones administrativas planteadas hasta ahora están limitadas por falta de competencias e incapacidad de cumplimiento
27/02/2019, Ostelea, School of Tourism & Hospitality presenta un nuevo Informe desarrollado por el Centro de Investigación, Divulgación e Innovación Turística IDITUR-Ostelea. Titulado “Turismo y gentrificación: visión global y casos de estudio”, el estudio ha sido realizado por el Dr. José A. Mansilla y coordinado por la Dra. Doña María del Pilar Leal, directora del Grado de Turismo y Ocio en Ostelea.
El estudio de IDITUR trata de definir el concepto gentrificación turística y analiza ejemplos claros del fenómeno en ciudades como Palma de Mallorca, Berlín y Quito, en Ecuador. En cada uno de ellos se producen elementos diferenciales que confluyen en un fenómeno que se repite en todos los casos y es difícil de abarcar por parte de las administraciones. Además, pretende esbozar las características diferenciales de los procesos de gentrificación vinculados al turismo de los relacionados con el mercado inmobiliario y la manera en que estas dinámicas han ido acompañadas de importantes cambios en la morfología urbana de determinados emplazamientos turísticos.
Además, relaciona la gentrificación turística con la conversión del territorio en un bien consumible y el vínculo de las dinámicas urbanas con la intersección de una escala global. Todo esto contribuye a la generación de un tejido social urbano estable compuesto por nuevos grupos sociales con mayor capacidad de consumo y predilección por la vida urbana y la modificación del perfil de la población por consumidores fugaces que demandan bienes y servicios específicos. Tres ciudades tipo como Palma de Mallorca en España, Berlín en Alemania y Quito en Ecuador representan procesos de gentrificación turística.
Palma de Mallorca, en el Mediterráneo, las características de un modelo maduro
El turismo de sol y playa de este destino balear comenzó en la década de 1960, posicionando a Palma como atractivo histórico con vida nocturna y pequeño comercio local del centro de la ciudad. El aumento de las visitas a la isla y la ruptura con la estacionalidad turística, su oferta gastronómica y su patrimonio cultural contribuyeron a aumentar el interés de los visitantes. En esa etapa el stock de vivienda vacía sería ocupado por viviendas en régimen de alquiler turístico, más rentables y de corta duración.
Berlín, en el centro de Europa, los muros
La capital alemana oferta un parque de vivienda limitado que mantiene una gran presión debido al buen número de migrantes atraídos por su oferta profesional y su modelo de alojamiento turístico en transformación. Desde la caída del Muro en 1989, Berlín se ha convertido en un referente europeo del turismo urbano. De hecho, en 2016 recibió 31,07 millones de turistas (después de Barcelona con 34). Los visitantes que acuden a la ciudad evitan las experiencias manidas y prefieren los espacios alternativos y las áreas urbanas creativas en las que pueden convivir con la cotidianidad de los vecinos-as de los barrios. Los factores que han originado la gentrificación turística en Berlín han sido: el limitado número de viviendas, la presión migratoria, la aparición de un nuevo tipo de turista y la posibilidad de generar beneficios en corto plazo a través del alquiler. Diversos estudios confirman que los barrios berlineses en los que se producía un mayor número de rotaciones habían experimentado una mayor subida de las rentas mensuales. La normativa en el mercado de vivienda ha facilitado, también, las nuevas formas de turismo urbano.
Quito, en Latinoamérica, las siete maravillas
Declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad en 1978, Quito recibió en el año 2016 cerca de 600 mil turistas, cifra que se incrementó un 14% en 2017. El barrio de La Floresta, situado en el centro, estaba ocupado por población joven local, extranjeros y artistas y, también, turistas. Recientemente han aparecido nuevos edificios de viviendas destinados a clases medias y altas, restaurantes de lujo, cines, bares y cafés ajenos a las prácticas habituales de los vecinos de la zona. Este cambio sin control ni normativo ha supuesto un ciclo de revalorización del territorio centrado en los nuevos desarrollos inmobiliarios y en la rentabilidad del suelo. Los alquileres se han disparado, se ha restringido el tráfico rodado, se han flexibilizado las concesiones de licencias y han aparecido nuevas formas de utilización del espacio público.
Medidas implementadas hasta ahora por las autoridades públicas
En lo referente a las medidas implementadas por las autoridades públicas para gestionar los efectos causados por determinadas dinámicas turísticas que han acabado en procesos de gentrificación el informe menciona las siguientes: en Palma de Mallorca se decide restringir completamente el alquiler de viviendas de uso turístico irregular, en Berlín se prohíben los apartamentos turísticos irregulares y, por último, en Quito, se incrementan los controles sobre la normativa ya vigente y se desarrollan nuevas propuestas reguladoras de carácter más restrictivo.
Conclusiones:
- La gentrificación no es algo nuevo, se conoce hace más de 50 años
- La gentrificación es un proceso complejo fundamental en la conformación del paisaje urbano contemporáneo
- Gentrificación y turismo están interrelacionados por la consideración del espacio como un bien de consumo
- El mercado de la vivienda mantiene una estrecha relación con el turismo con la aparición de nuevos gustos e intereses de los consumidores turísticos centrados en contextos locales urbanos
- En ciudades como Palma de Mallorca o Berlín la vivienda en alquiler en estancias cortas aumenta el margen de beneficio de propietarios, la rotación de los ocupantes e incrementa las rentas de los arrendamientos en las zonas en las que se produce.
- En Quito la gentrificación ha modificado el paisaje urbano, el uso del espacio público y las formas de movilidad tradicional
- Las medidas implementadas por las administraciones se han centrado en limitar el número de apartamentos turísticos irregulares o en fomentar la entrada de vivienda nueva en el mercado del largo plazo.
- Las decisiones administrativas están limitadas por su falta de capacidad para llevar a cabo el cumplimiento de la regulación y por la falta de competencias al respecto