Turismo, innovación y propiedad intelectual. Informe The Ostelea

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Cabecero de los informes The Ostelea

  • La regulación de la propiedad intelectual es un área legal que incidirá cada vez más en turismo
  • Los gestores que mejor conozcan las herramientas relacionadas con la propiedad intelectual optimizarán sus objetivos empresariales
  • La propiedad intelectual genera beneficios indirectos en el territorio en el que se ubica

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04/06/2019 Ostelea, School of Tourism & Hospitality presenta un nuevo Informe desarrollado por el Centro de Investigación, Divulgación e Innovación Turística IDITUR-Ostelea. Titulado “Turismo, innovación y propiedad intelectual”, el estudio ha sido realizado por la Dra. Sheila Sánchez Bergara y coordinado por María del Pilar Leal, directora del Grado de Turismo y Ocio en Ostelea. La publicación analiza las principales áreas de incidencia de la propiedad intelectual en el turismo y los potenciales beneficios que ofrece en temas de innovación.

El año 2018 ha estado marcado por el protagonismo de las tecnologías digitales en la agenda internacional. De hecho, la Organización Mundial del Turismo (OMT) está promoviendo la necesidad de invertir en tecnologías digitales e innovación. Con todo ello, la incorporación de los avances tecnológicos en las industrias turísticas, especialmente las tecnologías digitales, conlleva un aumento en la utilización y la creación de activos de propiedad intelectual (muchas de ellas están protegidas por la propiedad intelectual).

Los actores turísticos desempeñan un doble rol, consumidor y creador, de los activos de propiedad intelectual. Este hecho refleja la relevancia que tienen los activos intangibles protegidos por la propiedad intelectual en la gestión de las empresas turísticas y en la planificación y gestión de los destinos. Además, conlleva que la regulación de la propiedad intelectual es una de las áreas legales que incidirá cada vez más el turismo.

La propiedad intelectual, contribución al Turismo

Los activos de propiedad intelectual están presentes en todas las etapas del viaje y resultan indispensables para el patrimonio de las organizaciones en el actual contexto económico. Por ello, al igual que los activos tangibles, cuentan con un valor monetario y contribuyen a crear valor para los consumidores. Aunque el sistema de propiedad intelectual se sustenta en la protección legal de este tipo de activos, su gestión estratégica implica que las organizaciones turísticas deben tomar decisiones sobre si es conveniente protegerlos legalmente para conseguir sus objetivos empresariales.

El sistema de propiedad intelectual está conformado por dos grandes áreas: los derechos de autor, los derechos conexos y la propiedad industrial. Además del uso de la propiedad intelectual es importante determinar la duración de la protección y el principio de territorialidad (en qué países tiene lugar). Conocer estos aspectos es algo indispensable para la toma de decisiones respecto a este tipo de activos: los gestores que mejor conozcan las herramientas relacionadas con la propiedad intelectual estarán en mejores condiciones para utilizarlas y conseguir sus objetivos empresariales.

Las marcas y las demominaciones de origen

Existen distintas modalidades de la propiedad intelectual que generan beneficios para las organizaciones turísticas y a los consumidores. Las marcas son las que más presencia tienen en el sector porque se utilizan para identificar productos, servicios y distinguir a los destinos.

Tabla 1

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Existen dos tipos de marcas, las colectivas y las de certificación. Otra modalidad son las denominaciones de origen, signos colectivos que pueden ser utilizados por todos aquellos productores radicados en el territorio que abarca. Por último y de forma más indirecta, otras modalidades de propiedad intelectual son los diseños industriales, los derechos de autor o las patentes.

El informe destaca que la propiedad intelectual no sólo beneficia a empresas, asociaciones o entidades titulares de estos derechos, sino que también pueden generar beneficios indirectos al territorio en el que se encuentran y propiciar el desarrollo de productos turísticos derivados de los mismos (por ejemplo el turismo cinematográfico o de series). Además, los de titularidad colectiva como las denominaciones geográficas y las marcas colectivas, pueden representar los valores y la cultura del territorio. Con lo cual, su uso de forma estratégica podría favorecer al desarrollo endógeno del territorio y contribuir a crear y comunicar la imagen del destino.

En el sector turístico existen casos donde el uso de marcas colectivas contribuye a mejorar el posicionamiento individual de los empresarios que forman parte de una asociación (de productores, fabricantes, prestadores de servicios o comerciantes) y optimizar recursos. Con todo ello, la propiedad intelectual:

  • contribuye a la innovación y la competitividad turísticas y
  • facilita el desarrollo de nuevos nichos de mercado como el enoturismo, el turismo de salud y bienestar, el agroturismo y el ecoturismo.

Los contratos de franquicia y de licencia

Los contratos de franquicia y los de licencia son herramientas de gran utilidad para la internacionalización de las empresas turísticas. Los primeros facilitan la entrada en nuevos mercados al tiempo que permiten desarrollar un negocio a nuevos empresarios con el respaldo de la reputación y el asesoramiento del franquiciador. Los contratos de licencia regulan la comercialización de derechos de propiedad intelectual más común (permiten, por ejemplo, que se puedan producir y comercializar souvenirs).

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La relevancia de la propiedad intelectual para el turismo rebasa la dimensión empresarial. Por ello, las organizaciones que planifican y gestionan los destinos deben considerar la propiedad intelectual respecto a las políticas y estrategias a implementar. Esto implica identificar y gestionar estratégicamente aquellos recursos del patrimonio colectivo que pueden ser protegidos y generar valor para los diferentes actores del territorio. También incluye el apoyo a las PYMEs en la creación de capacidades en esta área para favorecer un ecosistema que dé confianza a los consumidores, ponga en valor los productos, la cultura y personas del territorio y contribuya al posicionamiento del destino.

Conclusiones

  • La incorporación de la tecnología digital en innovación turística propicia que los activos de propiedad intelectual estén presentes en todas las etapas del viaje, se conviertan en herramienta estratégica para la creación de valor y la competitividad y jueguen un rol fundamental en la promoción y la gestión turísticas.
  • Las empresas turísticas deben identificar los recursos de especial interés que puedan ser protegidos por la propiedad intelectual y gestionarlos estratégicamente o establecer alianzas con los titulares de los derechos.
  • Marcas, denominaciones de origen, bases de datos o programas de ordenador, entre otros activos intangibles, forman parte del patrimonio de las organizaciones turísticas. Como el resto de activos tangibles, tienen un valor monetario y contribuyen a crear valor para los consumidores, las empresas y los destinos.
  • La administración pública, en especial, viene llamada a apoyar a las PYMEs en la creación de capacidades en esta área, para que se favorezca un ecosistema que dé confianza a los consumidores, ponga en valor los productos/personas y contribuya al posicionamiento del destino.
  • La propiedad intelectual no sólo beneficia a las empresas titulares, sino que también propicia el desarrollo de productos turísticos derivados de los mismos y contribuye a la reputación del destino.
  • Las denominaciones de origen y las marcas colectivas tienen la potencialidad de representar los valores y la cultura del territorio. Un uso estratégico de los mismos podría favorecer al desarrollo endógeno y contribuye a crear y comunicar la imagen del destino.