Visita AEPT al Alcázar de Toledo. Museo del Ejército

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Tuvimos una preciosa llegada a Toledo, yendo directamente al aparcamiento privado del Alcázar de Toledo-Museo del Ejército, gracias a las buenas relaciones  de nuestro buen y diligente gestionador y amigo, Aurelio, que nos negoció esta visita con el más alto rango de este Monumento y Museo: el General Director.

Ya a las 11 de la mañana, del 12 de Mayo, teníamos en el exterior una temperatura de 26º, lo que anunciaba que la visita en la tarde a la ciudad, sería "toledana".

Fuimos recibidos y atendidos en la entrada por el “Guía-voluntario” del museo y minutos más tarde acudió el General-Director, quien nos dio la bienvenida en su propio despacho (digno de un General) con unas vistas del Tajo y parte de Toledo inconcebibles, para los que no hayan tenido esa oportunidad de contemplarlo.

Fue tanto y tan detallado lo que nos enseñaron de la zona privada de museo, instalado en los bajos del edificio y su ampliación y consolidación que sería muy extenso y creo que farragoso el hacerlo en este exiguo espacio de inexperto “gacetillero de algunas de las 'Escapadas' y viajes de AEPT”.

Acompañados por el General y el Guía-voluntario, fuimos viendo salas a cual más curiosas: Solo un detalle “notable por lo inverosímil para los neófitos en el tema”; toda pieza del museo, que entra o sale y regresa al museo, ingresa en cuarentena en una sala especial que está dedicada exclusivamente a todo lo que está relacionado con las operaciones de "desparasitar", depurar, purificar y/o eliminar todo tipo de gérmenes que puedan traer cualquier articulo que se exponga a posteriori, etc.

  • Sala de Banderas y mástiles, con una disposición  y archivo de las mismas que se nota el mimo y respeto con  el que se conservan “onduladas”, nunca extendidas en horizontal ni colgadas o suspendidas del mástil (Con una temperatura ambiente de casi, casi 5º).
     
  • Sala de Miniaturas de desfiles de los diferentes cuerpos de infantería, caballería, artillería, etc. realizados con soldaditos de plomo, con un montaje que es digno de embeleso y asombro.
     
  • Sala de Cañones de todas las épocas y nacionalidades, así como de diversos tipos y materiales, desde la madera reforzada con aros metálicos hasta los de bronce, hierro con aleaciones de acero-cromo-molibdeno.
     
  • Miniaturas ejercitos desfilando en Palacio Real Madrid
     
  • Sala de “Restauración Uniformes” de época. Mas en concreto nos mostraron y estuvimos charlando con el restaurador de la guerrera de un “Héroe del 2 de Mayo”, del cual no deseo mencionar su nombre, pues los asistentes de AEPT nos quedamos perplejos al oír la historia de cómo murió, como se llego ha detectar  que era la guerrera que le correspondía a él y que lo lucia en el momento que murió a bayonetazos en el pecho y le corrió la sangre hasta las piernas.
    Se pensaba en poder tenerla expuesta el dos de mayo de este año, pero precisamente debido a la cuarentena exigida y descrita anteriormente, no ha podido ser.

La “gira turística” por la ciudad, tambien tuvo su tiempo de camino, algo sinuoso, nos llenó de ilustración y conocimientos, más profundos que los que casí todos los que hemos visitado Toledo en varias ocasiones  hemos adquirido con frecuencia. Con una guia de lujo, como Maria Rosa de Juan, recorrimos esos “callejones estrechos de leyendas toledanas”; las perspectivas  diferentes de las altas torres de la Catedral vistas desde diferentes puntos; el barrio judío con sus dibujos y anagramas de Sefarad formando el mapa de España, tanto en los muros de las casas como en el suelo; la silueta de Iglesias donde se guardan documentos importantes de la historia de España, cuadros del Greco etc.; Sinagogas y las leyendas de judíos  tesoreros de reyes cristianos y otras de judíos conversos; la Escuela de Traductores; los pasadizos entre edificios, por donde podían pasar los caballeros con su montura y armadura debiendo alcanzar al menos la altura de su lanza para dejarles el paso libre; las fábulas y quimeras de grutas y pasadizos secretos de los Templarios en Toledo.  

Crónica completa en el blog "Escritor y Hotelero" de Roberto Sancho

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